En la actualidad muchas son las personas que deciden acudir al psicólogo ante diferentes problemas que enfrentan en su día a día. Sin embargo, aún son muchos los mitos o creencias alrededor de la psicología que impide a muchas personas pedir la ayuda necesaria para afrontar las dificultades que se les plantea a lo largo de la vida.
Es por ello que en este artículo vamos a hablar y a desmontar los mitos más recurrentes de la psicología.
- No voy al psicólogo porque no estoy loco.
Este es una de los mitos más frecuentes en torno a la psicología. Existe la creencia de que los psicólogos solo trabajan con enfermedades mentales graves asociados al entorno psiquiátrico y hospitalario. En realidad, los motivos para acudir a un psicólogo son muy diversos. La gravedad y la naturaleza de los problemas pueden ir desde el estrés o la ansiedad, hasta el duelo o el desarrollo de las habilidades sociales.
Podemos decir que cualquiera puede necesitar de los servicios de un psicólogo en algún momento de la vida. Asimismo, al igual que no se acude al médico, únicamente por una enfermedad terminal, sino por un resfrío o una contusión, también se puede acudir al psicólogo, por un duelo, problemas de estrés o dificultades a la hora de tomar una decisión.
- La psicología no es una ciencia.
Según la RAE, la ciencia es el “Conjunto de conocimientos obtenidos mediante la observación y el razonamiento, sistemáticamente estructurados y de los que se deducen principios y leyes generales con capacidad predictiva y comprobables experimentalmente”. La psicología es pues, la ciencia que estudia el comportamiento humano y su relación con los procesos mentales y las emociones. De hecho, la psicología usa el método científico para sacar conclusiones basadas en la observación y en datos, cualitativos y cuantitativos, que validan a la psicología como una ciencia.
- Los psicólogos analizan todo lo que hago e intentan cambiarme.
- Para que ir a un psicólogo pudiendo hablar con un amigo.
Muchas personas piensan que la terapia psicológica consiste solamente en hablar de las emociones. Aunque contar con una adecuada red social es un factor muy importante como protector de trastornos asociados al estado de ánimo, hablar de los problemas no siempre es suficiente. A esto le tenemos que sumar que los consejos dados por nuestros seres queridos, aunque bienintencionados, no siempre pueden suponer la mejor estrategia para abordar los problemas, pudiendo crear en ocasiones conflictos entre las ideas de la persona y su ámbito social. Un psicólogo podrá evaluar adecuadamente cuales son los factores que mantienen el problema y establecer la mejor estrategia para combatirlos.
- La terapia es eterna.
- Me va a decir que problema siempre es por mi culpa.
Los psicólogos no juzgan a nadie. Es una figura de apoyo y aceptación incondicional que no juzga ni emite comentarios sobre las opiniones o decisiones del usuario. Si en algún momento te sientes juzgado, es importante comentarlo para poder valorar como se está desarrollando la relación terapéutica.
- Yo no tengo problemas
En muchas ocasiones, y no solo en el ámbito psicológico, solo acudimos a un profesional cuando el problema que presentamos sobrepasa un límite que hace que el problema sea considerado grave y no podemos controlarlo. Ser capaz de identificar el problema y tratarlo en su fase más temprana ayuda a aumentar la eficacia del tratamiento, evitando los daños derivados que puede llegar a producir la versión más fuerte del problema.
- No necesito ayuda, esto lo paso solo.
Este mito está relacionado con el anterior. Hay gente que piensa que un problema emocional o del estado de ánimo no es un problema grave y que lo puede solucionar rápidamente y sin ayuda. Es cierto que el éxito de la terapia está determinado por la implicación del paciente en el proceso terapéutico. El psicólogo no soluciona el problema. Es un guía que proporciona un camino y una ayuda constante para producir el cambio necesario para conseguir la solución.
En resumen, acudir al psicólogo es una decisión acertada si consideras que no puedes afrontar por ti mismo los problemas que atraviesas, o si te encuentras comprometido a realizar cambios en tu vida y necesitas alguien que te acompañe en dicho proceso.
La confianza y la comunicación es la base de la relación psicólogo-paciente ya que ambas favorecen al éxito de la terapia.